Nunca te des por vencido
«Jesús dijo: “Quiten la piedra”. Marta, la hermana del muerto, le dijo: “Señor, ya huele mal, porque hace cuatro días que murió”». Juan 11: 39
Se acerca el inicio de un nuevo año, y durante él nos será muy útil mantener una actitud perseverante. Hay momentos en los que manifestamos la tendencia a dudar de las acciones de Dios en nuestra vida. Eso pasó con María y Marta. Ellas le mandaron a avisar a Jesús que su hermano estaba enfermo, Jesús escuchó la noticia y esperó dos días para iniciar el viaje.
Cuando llegó, Lázaro estaba muerto. Tanto Marta como María estaban ofendidas por la demora y no se quedaron calladas: «Señor —le dijo Marta a Jesús—, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto». María probablemente estaba tan dolida que ni siquiera salió al encuentro de Jesús, se quedó en casa (Juan 11: 20). Habían soñado envejecer con su hermano, pero ese sueño había quedado hecho añicos porque su hermano estaba muerto. Durante el año que pronto empezará llegarán momentos así, cuando todo te sugerirá que el final ha llegado y que no vale la pena seguir aferrándote a tus sueños y planes. Pero he aprendido por experiencia que en el momento más oscuro de la noche es cuando el sol está a punto de salir para dejarnos ver el milagro de un nuevo día. Nuestra situación extrema es la oportunidad de Dios, solo que nuestra actitud de derrota no nos deja ver que Dios está a punto de hacer algo grande por nosotros. La actitud de Marta y María les impedía ver el milagro que Jesús tenía para ellas.
Jesús ordenó quitar la piedra y entonces escuchó la queja: «Señor, hiede ya, porque lleva cuatro días». ¿Te ha pasado que cuando más necesitas que Dios se apure a responderte, él pareciera tomarse su tiempo y, cuando responde, las cosas no son como esperabas ni en el tiempo que necesitabas? ¿Cómo están tus sueños respecto al futuro, para ti, para tu familia, para tus estudios? Dios puede revivir tus sueños y planes para la vida sin importar cuánto tiempo tengan archivados. No te des por vencido, aférrate y déjalo actuar. Marta y María dejaron que Jesús actuara y recibieron a su hermano después de haber muerto.
Hoy, el mensaje de @Dios para tu vida es: «Quita la piedra de la incredulidad y del desánimo que se interpone entre tus anhelos y el milagro que quiero regalarte». No olvides que Dios ve y da vida cuando todo a tu alrededor parece muerto.
