Lo que realmente importa
“Finalmente, David se colgó la espada al cinto, sobre su ropa, y trató de andar así, porque no estaba acostumbrado a todo aquello” (1 Sam. 17:39).
Cuando los fariseos le preguntaron a Jesús por qué sus discípulos no practicaban los mismos complicados rituales de limpieza que ellos hacían, Jesús los llamó hipócritas. “Isaías tenía razón cuando profetizó acerca de ustedes”, les dijo Jesús, citando el pasaje: “Este pueblo me honra con la boca, pero su corazón está lejos de mí. De nada sirve que me rindan culto; sus enseñanzas son mandatos de hombres” (Mat. 15:7-9). Jesús explicó que al aferrarse a sus tradiciones humanas, los fariseos habían dejado a un lado los mandamientos de Dios.
Los fariseos estaban obsesionados con mantenerse limpios, pero solo externamente. Jesús les señaló que estaban preocupándose por las cosas equivocadas. Los malos pensamientos, la codicia, el engaño, la envidia, provienen de dentro.
¿Qué es lo que realmente le importa a Dios? Miqueas lo expresa mejor que nadie: “El Señor ya te ha dicho […] en qué consiste lo bueno y qué es lo que espera él de ti: que hagas justicia, que seas fiel y leal, y que obedezcas humildemente a tu Dios” (Miq. 6:8).
Difícilmente encontraremos humildad y misericordia en el mundo, e incluso es difícil encontrarla en la iglesia; pero para Dios, esto es lo que realmente cuenta en la vida.
Cuando David se levantó para luchar contra Goliat, el rey Saúl lo vistió con su pesada armadura, pero David le dijo: “Lo siento, Su Majestad, su armadura no me sirve, tendré que usar la ropa y las herramientas que Dios me dio”. Y siendo tal como era, ganó la batalla. De repente, todos querían ser como él.
El Espíritu Santo nos da libertad de ser nosotros mismos y servir a Dios de una manera verdaderamente única. En Cristo, no tenemos que tratar de encajar, pues ya somos parte de su cuerpo. Y si Cristo está en nosotros, ya no hace falta nada más.
Escribe a continuación las formas en que Dios te ha hecho único, y con qué problemas luchas como cristiano y como individuo.