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«Grábame como un sello sobre tu corazón, llévame como una marca sobre tu brazo; fuerte es el amor, como la muerte, el celo, inconmovible como el sepulcro. Como llama divina es el fuego ardiente del amor. Ni las muchas aguas pueden apagarlo, ni los ríos pueden extinguirlo. Si alguien ofreciera todas las riquezas que posee a cambio del amor, solo conseguiría el desprecio» (Cantares 8:6, 7).
A lo largo de la vida experimentamos diversas formas de amor: amor de amigos, familiares y relaciones románticas. Pero ¿qué significa tener un amor inquebrantable, como el que se describe aquí?
El amor que describe este pasaje es un amor que persiste a pesar de los desafíos y las dificultades. Es un amor que arde «como llama divina» y no se apaga fácilmente. El agua no puede extinguirlo, ni los ríos pueden arrastrarlo. Este amor es más fuerte que la muerte misma. ¿Cómo podemos aplicar este amor inquebrantable en nuestra vida?
Primero, recordemos que Dios es el autor de este amor. Él nos ama de una manera inquebrantable y eterna. A medida que crecemos en nuestra relación con Dios, podemos experimentar más de su amor. Este amor nos da fuerza y seguridad, y nos capacita para amar a los demás de la misma manera.
En segundo lugar, pensemos en nuestras relaciones con amigos y familiares. A veces, nuestras relaciones pueden ser desafiantes, pero, al recordar este amor inquebrantable, podemos esforzarnos por perdonar, mostrar gracia y paciencia, y nunca dejar de amar a quienes están cerca de nosotros.
Finalmente, en las relaciones románticas es importante buscar un amor que se asemeje al amor descrito en Cantares 8:6 y 7, un amor que ni los ríos ni las muchas aguas puedan apagar. Busquemos relaciones que nos ayuden a crecer y a honrar a Dios en todo momento.
Que el amor de Dios te llene, para experimentarlo en todas las áreas de tu vida. Recuerda que el amor de
Dios es la fuente de todo amor verdadero y duradero.
Oración: Gracias, Padre, por tu amor inquebrantable que me sostiene y me guía. Ayúdame a experimentar más de tu amor en mi vida, y a compartir ese amor con los demás.
