¿Sabes qué ave soy?
“El que me preste atención, vivirá en paz y sin temor de ningún peligro” Proverbios 1:33.
Hoy vamos a hablar de un ave muy conocida en todo el mundo y muy útil para que el ser humano se alimente. Seguro que adivinas cuál es con las siguientes pistas:
- Tengo un dientecito en la punta del pico que me ayuda a salir del cascarón y desaparece poco después de salir del cascarón.
- Mis plumas de bebé son esponjosas, suaves y amarillas. Las tengo en cuanto salgo del cascarón.
- Me trago la comida entera. Tengo un “molino” en la garganta llamado molleja, donde va la comida para ser triturada por la gravilla o piedrecitas que me trago.
- No tengo músculos en la garganta como las personas. Por eso tengo que beber un trago de agua y levantar la barbilla para que el agua baje por la garganta. Me ayuda a empujar la comida hacia el estómago.
- Normalmente se puede saber cuál es mi estado de ánimo por los sonidos que hago, mis cacareos, chillidos y graznidos que cambian con mi humor.
- La gente te llamará por mi nombre si piensa que eres un cobarde. Pero se equivocan. Lucho con fuerza si mis crías o mi nido están amenazados.
Respuesta: Soy una gallina.
La gente cree que las gallinas tienen miedo de todo, pero no es cierto. La próxima vez que oigas que llaman “gallina” a alguien, recuerda que las gallinas pueden ser valientes y que, con la ayuda de Dios, tú también puedes serlo.
Vicki