Lo que sucedió en la cruz cambia mi manera de ver el mundo
“La cruz revela su significado cuando toma forma en la vida del creyente”. Fleming Rutledge
La cruz no nos invita a lucirla en el cuello, en el auto o en la pared de nuestra casa, ni tampoco a reverenciarla como objeto sagrado (eso sería idolatría). La cruz nos invita a tratar de comprender lo que sucedió en ella, de tal modo que transforme nuestra manera de vernos a nosotras mismas y de tratar a los demás.
La sociedad en la que vivimos tiene una forma peculiar de considerar la valía de una persona: el país donde nació, su raza, la profesión que ejerce, el dinero que gana, la fama que tiene, las cosas que acumula… Sin embargo, Cristo “renunció a lo que era suyo y tomó naturaleza de siervo. Haciéndose como todos los hombres y presentándose como un hombre cualquiera, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz” (Fil. 2:7, 8). Y a través de esa cruz yo comprendo qué es lo que debo valorar en la vida: la humildad, el servicio, la obediencia a Dios aun cuando requiera sacrificio o conlleve rechazo, incomprensión y soledad… Por eso el cristiano de nada quiere gloriarse sino de la cruz de Jesucristo, pues por medio de la cruz, el mundo ha muerto para él y él ha muerto para el mundo (Gál. 6:14). Esto no lo entiende la sociedad, pero así es como los cristianos debemos vernos a nosotros mismos.
¿Y en cuanto a la manera de tratar a los demás? Te lo digo directo y sin anestesia: la cruz no significa nada si no te conduce a nada. Así como el apóstol Pablo decidió llevar el evangelio de salvación a aquellos a quienes acusó previamente de haber rechazado, entregado y matado a Cristo, así nosotras, movidas por su amor, hemos de dar una oportunidad y una amonestación a quienes viven en oscuridad. Eso se traduce en un trato, unas relaciones personales, un tipo de amor y de compasión que den sentido a la vida.
Comprender el significado de la cruz ha de llevarnos a un compromiso con Dios que se traduzca en unos valores internos y unas relaciones personales diferentes. Tomar la cruz significa reorientar nuestra existencia. Porque “la cruz revela su significado cuando toma forma en la vida del creyente”. ¿Ha tomado forma en la tuya?
“Por medio de la cruz de Cristo, el mundo ha muerto para mí y yo he muerto para el mundo” (Gál. 6:14).