Las palabras de aprecio en el trabajo
“Todos prosperamos en una atmósfera de aprecio”. Gary Chapman
Tal vez tienes empleados que trabajan bajo tu liderazgo; dime, ¿les haces saber que los valoras? ¿Reconoces la importancia que tienen en el ámbito laboral las palabras de afirmación por el sacrificio que realizan, la energía que aportan, la entrega que ofrecen o la segunda milla que a menudo caminan? ¿Les expresas que valoras sus rasgos de carácter como la integridad, la paciencia, la amabilidad, la conducta respetuosa y educada, la autodisciplina o la profesionalidad?
Fíjate en esta afirmación del experto en liderazgo Stephen Covey: “Aparte de la supervivencia física, la mayor necesidad del ser humano es la supervivencia psicológica, el hecho de que lo comprendan, lo afirmen, lo valoren, lo aprecien”. Se trata de algo más que sobrevivir, se trata de prosperar: todos prosperamos en una atmósfera de aprecio. De esto hablan Gary Chapman y Paul White en Los 5 lenguajes del aprecio en el trabajo.111 Señalan que la peor tragedia que se puede cometer como jefe, supervisor, gerente e incluso compañero, es no expresar palabras sinceras de aprecio a las personas con quienes trabajamos. De hecho, esta es la causa principal de desaliento, desgaste y pérdida de cultura corporativa positiva.
Según investigaciones recientes, entre las causas por las que la gente decide buscarse otro empleo están la falta de reconocimiento, la falta de percepción de que lo que hacen es importante y valorado, y la mala calidad de las relaciones en el trabajo. Para ayudarnos a saber expresar aprecio de manera eficaz a nuestros trabajadores y compañeros en el ámbito de una empresa, nos recomiendan: 1) Elogiar logros específicos por una meta alcanzada, un nivel de calidad logrado o una expectativa superada. 2) Afirmar un rasgo de carácter, lo cual va más allá del desempeño de la persona y apunta a la naturaleza interna que muestra tener. 3) Comentar una característica positiva de su manera de trabajar y de relacionarse (optimista, buen comunicador, organizado, planificador, enérgico, creativo, no reaccionario…). Todo esto, habiendo averiguado primero si prefiere que lo hagas en público, en privado, oralmente o por escrito.
“Los cerebros son como los corazones, van donde se les aprecia”, escribió John Maxwell. Por eso, muestra aprecio a tus colaboradores, porque los hará sentirse queridos, lo cual avivará el fuego de la pasión en lo que hacen y aumentará su satisfacción laboral.
“Muy bien, eres un empleado bueno y fiel; ya que fuiste fiel en lo poco, te pondré a cargo de mucho más” (Mat. 25:23).
111 (Grand Rapids, Míchigan: Portavoz, 2011), pp. 45-57.
