Matutina para Mujeres | Jueves 1 de mayo de 2025 | Un nuevo lenguaje

Matutina para Mujeres | Jueves 1 de mayo de 2025 | Un nuevo lenguaje

Matutina para Mujeres

«¿Qué quieres decir?—exclamó Nicodemo—. ¿Cómo puede un hombre mayor volver al vientre de su madre y nacer de nuevo?» (Juan 3:4).

El tema ha sido predicado en repetidas ocasiones desde los púlpitos donde se nos invita a nacer de nuevo. He llegado a cuestionarme si acaso Nicodemo estaba haciendo una broma a Jesús al preguntar si debía entrar en el vientre de su madre para volver a nacer. Sin embargo, es la única manera viable para ser salvos. Jesús mismo lo confirmó cuando finalizó su discurso con el sermón más poderoso alguna vez predicado, y que no dudamos en recitar, en Juan 3:16. Ahora Nicodemo, ese hombre anciano, lleno de dudas y temores, tenía delante de él la revelación del plan de salvación.

¿Cuándo es que aprendemos nuestro primer idioma? Bien has dicho, cuando nacemos. Desde el vientre de la madre, el bebé es capaz de oír los sonidos y procesarlos. Cuando nace, aún sin poder hablar, está aprendiendo un lenguaje claro con el que puede expresarse. Un buen día es capaz de decir «agua» y su sed será saciada. Otro día, feliz, dice: «mamá», y esta llora de alegría. Cuando nacemos, aprendemos un lenguaje con el cual podemos comunicarnos con los que hablan nuestra misma lengua.

Las veces que he estado en un país distinto al mío, donde el idioma oficial no es el español, me es muy difícil entablar una conversación y expresar mis necesidades. Las palabras y los sonidos son tan diferentes que no

es posible estar en el mismo canal que las otras personas.

¿Has pensado alguna vez que Dios no te oye o que no te entiende? Es posible que, como aquel hombre en la penumbra de la noche, debamos nacer de nuevo para que podamos aprender un nuevo lenguaje y exista una comunicación, sin complicaciones, con Dios. Cuando esto suceda, escucharemos tan clara y tangiblemente su voluntad para nuestras vidas que no habrá lugar para dudas y preguntas sin sentido. Cuando aprendamos el lenguaje del Cielo seremos capaces de seguir las indicaciones respecto al camino que debemos seguir, aunque todo esté oscuro.

Querida amiga, no podemos retroceder la marcha biológica de la vida, pero sí podemos tomar tiempo para hacer un alto en la pesada carrera que corremos y pedir al Espíritu Santo que nos haga volver a nacer en la comunión con el Cielo.

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