«En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente.
Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar?» (Juan 14:2).
Un artículo publicado por la revista Selecciones en enero 2019 llamó mi atención por tratarse de los viajes espaciales. El asunto en particular me cautivó porque me hizo pensar que, después de todo, aún la ciencia confirma que hay muchas probabilidades de vivir fuera del planeta Tierra. No es entonces tan descabellado, como muchos afirman, creer en la Tierra Nueva de la Biblia. Los puntos más sobresalientes del artículo son:
1. Al menos cuatro empresas privadas compiten en ofrecer el primer servicio de transporte al espacio, a más de 160 kilómetros sobre la tierra. Ahí los turistas podrán experimentar la falta de gravedad y la maravillosa vista. Los interesados en comprar un boleto deben pagar la cantidad de US$ 250.000. Hasta enero del año 2019 había setecientos lugares reservados.
2. La empresa Alemana Vodafone en alianza con Nokia, construirán la primera red 4G en la luna. Esto permitirá que los astronautas puedan enviar videos a sus familias en la tierra.
3. La compañía estadounidense OrionSpan ya tiene reservas para el hotel de lujo extraterrestre: Estación Espacial Aurora. El costo es de US$ 9,5 millones que incluye tres meses de entrenamiento para luego gozar de doce días en el espacio exterior. De acuerdo a la compañía, dicho hotel sería inaugurado en el año 2022. No obstante, los viajeros de turismo espacial siguen esperando su anhelado viaje.
La promesa hecha por Jesús, antes de ir al Cielo, de llevarnos a vivir con él, no es una fantasía, es una bendita realidad. Pero, a pesar de ello, es posible que, con todos los años que llevamos creyendo esa promesa, aún no hayamos hecho planes para el viaje.
La buena noticia es que no necesitamos red 4G para comunicarnos con los seres celestiales porque el Espíritu Santo lleva gratuitamente nuestras oraciones. Tampoco tenemos que contratar ninguna empresa de transporte ni pagar miles de dólares para el traslado, pues el mismo Jesús vendrá por nosotros y nos llevará en su nube. Y cabe resaltar que no tenemos que desgastarnos ahorrando para conseguir 9,5 millones de dólares para vivir 12 días en un hotel extraterrestre porque al llegar al cielo, tendremos una casa que el mismo Jesús ha preparado. Esto es maravilloso, ¿lo crees? Tu boleto está comprado, se liquidó aquel viernes de tarde en una cruz, en un monte llamado Calvario. No lo pierdas.
