¿Se puede enseñar el temor a Dios?
Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado cautivo a Samaria, y habitó en Bet-el, y les enseñó cómo habían de temer a Jehová. 2 Reyes 17:28.
Israel fue destruido casi por completo y su gente fue dispersada por todo el Imperio Asirio, para evitar reunificaciones y sublevaciones. Se les había advertido muchas veces, pero ignoraron a Dios, dejaron de ser luz a las naciones e imitando las costumbres paganas, hasta el punto de sacrificar a sus propios hijos (ver 2 Reyes 17:16, 17). Agotaron la paciencia divina.
La paciencia y la misericordia divinas van mucho más lejos de tu comprensión. Dios insistirá en buscarte hasta que te arrepientas o te vuelvas inalcanzable a su llamado. Regresa antes de que tu terquedad te ponga fuera del alcance de su brazo poderoso. Extranjeros cautivos e idólatras fueron traídos a Israel. Cuando los nuevos pobladores llegaron a Israel, su conducta pagana fue reprochada por Dios, quien envió leones para matarlos (vers. 25-27). El rey de Asiria reconoció la importancia de temer a Dios y realizó algunos ajustes. Fue enviado un sacerdote que conocía la ley de Dios para que enseñara al naciente pueblo acerca de Dios y cómo reverenciarlo. ¡No esperes hasta experimentar las dolorosas consecuencias de la desobediencia antes de dedicar tu vida a seguir la voluntad divina!
Los pobladores mezclaron la adoración a Dios con la de sus propios ídolos. Su obediencia se basaba en el miedo a la ira divina y no en el amor a Dios. Algunos toman a Dios como amuleto de buena suerte. Dios no debe amoldarse a tus costumbres y creencias infectadas de pecado, sino que tú debes amoldar tus creencias, actitudes, conductas y acciones, a su divina palabra.
Aun el castigo muestra la misericordia divina y el deseo de salvar: “El Señor tenía un propósito sabio y misericordioso. Lo que ya no podía lograr por medio de ellas [las diez tribus de Israel sobre las cuales habían caído los castigos divinos] en la tierra de sus padres, procuraría hacerlo esparciéndolas entre los paganos. Su plan para salvar a todos lo que quisieran obtener perdón mediante el Salvador de la familia humana, debía cumplirse todavía; y en las aflicciones impuestas a Israel, estaba preparado el terreno para que su gloria se revelase a las naciones de la tierra” (PR, pp. 217, 218).
Haz los ajustes necesarios para que tus creencias y acciones tengan la marca del modelo divino.