Estás en buenas manos
“Echa sobre Jehová tu carga y él te sostendrá”. Salmo 55:2
Un hombre caminaba trabajosamente por el margen de una carretera, llevando una carga sobre sus hombros, cuando, de pronto, vio una camioneta que se acercaba. El conductor del automóvil era un granjero, que se detuvo para ofrecerle llevarlo hasta su destino en la parte trasera del vehículo. El hombre aceptó el ofrecimiento, y subió al auto.
Asombrado, el conductor observó que, tras sentarse, el caminante desconocido no se quitó la pesada carga de los hombros, no la puso a un lado para viajar descansando de verdad, sino que seguía cargando con ella.
—Amigo, ¿por qué no coloca su carga en el piso? —le preguntó el granjero.
—No, gracias —respondió el desconocido—. Aprecio tanto que usted me esté llevando a mí, que me parece que sería un abuso de mi parte pedirle que lleve además mi carga.210
¿Acaso no se parece esta manera de pensar a lo que hacemos nosotras con Dios? Le pedimos que dirija nuestra vida, pero nos negamos a dejar completamente en sus manos las cargas que continuamente arrastramos.
Pruebas, lágrimas, sufrimientos, emociones negativas, temores, dolores varios…, sea lo que sea que está hoy cargando tu mente, no tienes que llevarlo sobre tus hombros: deja todas esas preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ti. Así lo leemos en 1 Pedro 5:7. Respecto a este pasaje, nos dice el Comentario bíblico adventista: “El que pone toda su ansiedad sobre Dios, resuelve completamente el problema de la preocupación, que debilita a tantos cristianos”.211 ¿Ves? Problema resuelto.
Así como el cansado viajero de nuestra historia de hoy tenía completamente resuelto su problema a pesar de que no se daba cuenta, así tenemos nosotras auxilio completo en Dios si le entregamos nuestras preocupaciones. Podemos confiar en que las llevará de buen grado, porque él se interesa por nosotras. No le pesan, no le molestan, es una manifestación más de su amor, es su privilegio. No le robes a Dios el privilegio de llevarte a ti junto con tus cargas, por un error de no darte cuenta de qué es realmente lo que te está ofreciendo. Disfruta del viaje, estás en buenas manos. “Echa sobre Jehová tu carga y él te sostendrá” (Sal. 55:2).
“Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes” (1 Ped. 5:7).
210 Revista Prioridades, febrero de 2022. Citado por Fernando Zabala del libro de Al Bryant, Daily Meditations with F. B. Meyer (Word Books, 1979), 15 de agosto.
211 Comentario bíblico adventista, Tomo 7, p. 604.