
Monumento a la desobediencia
“La esposa de Lot miró hacia atrás mientras lo seguía y quedó convertida en una estatua de sal” (Génesis 19:26).
Apenas rayaba el alba, los gallos comenzaban a cantar. De pronto escuchó ruidos en la sala, su esposo y los visitantes hablaban de salir inmediatamente y huir. Lot entró súbitamente a la tienda donde ella estaba y le pidió que se levantara si quería salvar su vida. ¿Cómo era posible? No podía concebir la idea de dejar todas sus pertenencias, sus comodidades, sus amigos. Tenía planes para ese día, tenía compromisos con sus vecinas, tenía una vida placentera y sin preocupaciones, conformada al estilo libertino y pecaminoso de aquel lugar. Realmente quería quedarse. Después de todo, ¿y si no pasaba nada?
Finalmente, los ángeles tomaron sus manos y los sacaron de la ciudad, donde debían continuar su camino sin mirar atrás. Pero, ¿por qué no mirar atrás? Ella iba avanzando y, en cada paso, lamentaba su suerte y deseaba regresar a su hogar. Su cuerpo iba de camino, pero su corazón se había quedado en la ciudad. Mientras tanto, pensaba: ¿Qué tiene de malo? Volteó hacia la ciudad y no tuvo tiempo de obtener su respuesta. Quedó convertida en una estatua de sal.
¿Qué significa hoy día mirar hacia atrás? Las respuestas pueden variar de mujer a mujer. Es posible que, para una, signifique añorar un trabajo por el cual recibía un buen sueldo, pero que tuvo que dejar porque no le daban el sábado libre. Para otra, quizás signifique la relación sentimental que terminó ya que el joven en cuestión no compartía su fe. Significa todo aquello que esté estorbando tus pasos hacia una vida segura, hacia la vida eterna.
Es posible que hoy estés de camino a la Canaán celestial junto con tu familia, pero añores tu pasado. Dios es misericordioso al tomar tu mano y sacarte de las tinieblas a su luz admirable. Has sido elegida para el reino de los cielos. Sigue avanzando sin mirar atrás, pues estás en el camino correcto.
La esposa de Lot es un monumento a la vida que, estando en el sendero hacia la victoria, decide regresar a un pasado de perdición; no hay esperanza para ella. Pide hoy al Señor que quite de tu corazón todo motivo que estorbe tu camino al Cielo y te ayude a seguir adelante con paso firme, con la mirada al frente y decidida a obtener la victoria. La buena noticia es que Dios jamás soltará tu mano.