Miércoles 04 de Mayo de 2022 | Matutina para Jóvenes | El rey obediente

El rey obediente

«Si andáis en mis preceptos y guardáis mis mandamientos, y los ponéis por obra […] yo daré paz en la tierra y dormiréis sin que haya quien os espante; haré desaparecer de vuestra tierra las malas bestias y la espada no pasará por vuestro país». Levítico 26: 3, 6, RV95

En el siglo XI, el rey Enrique III de Bavaria se cansó de sus responsabilidades como rey, de las presiones de la política internacional y de lo mundanal de la vida de la corte. Hizo una carta de pedido de admisión al monje Richard para ser aceptado como huésped en el monasterio local y pasar allí el resto de su vida en oración y meditación.

—Su majestad, ¿comprende que la promesa aquí es de obediencia? Esto va a ser muy difícil para usted, dado que ha sido rey —le señaló el monje Richard.

—Comprendo —dijo Enrique—, el resto de mi vida le voy a obedecer a usted, mientras Cristo lo guíe.

—Entonces, le diré lo que tiene que hacer. Vuelva a su trono y sirva fielmente en el lugar que Dios lo puso —le respondió el monje.

Después de que el rey Enrique murió, se escribió esto en su honor: «Al ser obediente, el rey aprendió a gobernar». La obediencia es una de las disciplinas espirituales más importante en la vida cristiana. Pero no es fácil obedecer, es más fácil mandar. No obstante, hay un detalle que muchos pasamos por alto: la obediencia tiene sus recompensas. Dios promete paz, sueño tranquilo, ausencia de temor y protección de toda clase de peligro para sus hijos obedientes.

Elena G. de White escribió que quienes «no caminaron en el camino del Señor, que es el único camino de paz y felicidad. Por causa de la desobediencia se aislaron del todo de recibir sus bendiciones, cuando por medio de la obediencia podrían haber ido adelante en su fuerza» (Ser semejante a Jesús, p. 51). Tanto la obediencia como la desobediencia tienen consecuencias. Bien lo expresó Salomón cuando escribió: «El que es sabio acepta mandatos; el que dice necedades acaba en la ruina» (Proverbios 10: 8).

Hoy te invito a obedecer al Señor en todo, solo así cosecharás la paz que Dios ofrece y la seguridad y protección que él ha prometido brindarnos. El mensaje de @Dios para ti hoy es: «La obediencia no es una muestra de debilidad, sino de fortaleza; y ella traerá grandes beneficios a quienes la pongan en práctica».

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