Miércoles 14 de Septiembre de 2022 | Matutina para Menores | Señorita, ¿me deja entrar?

Señorita, ¿me deja entrar?

“De modo que nosotros mismos hablamos de ustedes con satisfacción en las iglesias de Dios, por la fortaleza y la fe que ustedes muestran en medio de todas las persecuciones y aflicciones que sufren” (2 Tesalonicenses 1:4, DHH).

Era el primer día de clases en una escuela de una aldea colombiana. Los niños estaban en el patio de recreo. En la puerta había un niño de mirada triste. Cuando la maestra se acercó, el niño dejó escapar el pedido de su corazón:

–Señorita, ¿me deja entrar?

–¿Estás matriculado? –preguntó la maestra.

Pero, ante la mirada ansiosa del niño, tuvo su respuesta.

–¿Y por qué quieres estar aquí? –interrogó de nuevo.

–Porque quiero aprender a leer y a escribir.

La buena maestra siguió preguntando y averiguó que Marco Fidel Suárez solo tenía en la vida a su trabajadora mamá. Juntos vivían en un humilde rancho en las afueras del pueblo. Emocionada, la maestra accedió recibir a Marco. No podría entrar al aula, pero podría escuchar desde la puerta.

Era todo lo que Marco necesitaba. Cada día caminaba un largo trecho, con poca ropa y sin zapatos, pero feliz de aprender. Poco a poco, el pequeño héroe comenzó a destacarse en lectura. Su esfuerzo y perseverancia le ganaron el cariño de muchas personas que le permitieron tener libros para educarse.

Pasaron los años, y Marco se graduó. Entre el público, solo había una persona para representarlo: su madre. Otros jovencitos tal vez se habrían desanimado por la falta de recursos para estudiar, pero no Marco.

Años después, decidió viajar a la capital del país. Allí presentó un trabajo sobre la lengua española que impresionó a los académicos de su época. Marco llegó a ser un famoso escritor, y se le llamó el “Cervantes americano”. Una de sus obras más famosas se llama La oración a Jesucristo.

Gracias a su esfuerzo, sencillez e intachable conducta, fue designado por el Gobierno para ocupar cargos públicos, y en 1918 fue elegido ¡presidente! Como tal, trató de hacer la educación accesible para todos en Colombia.

Hoy, la choza donde nació es un centro turístico. Alguien plasmó allí estas palabras: “Vale más llegar a ser, que haber nacido siendo”. No sé cuáles sean las oportunidades que has tenido hasta ahora, pero sí sé que puedes lograr mucho si perseveras aún en medio de dificultades, como lo hizo Marco.

Cinthya

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