Sábado 01 de Octubre de 2022 | Matutina para Adolescentes | El milagro de las gaviotas

El milagro de las gaviotas

“Sus cosechas serán abundantes porque las protegeré de insectosy enfermedades […] dice el Señor de los EjércitosCelestiales” (Malaquías 3:11, NTV).

Las esculturas que representan personas son bastante comunes en los Estados Unidos. Las estatuas de animales son menos comunes, aunque los monumentos de guerra suelen lucir hombres a caballo. Pero ¿una gaviota? En el primer día de octubre de 1913 se inauguró un monumento inusual en la Plaza del Templo de Salt Lake City, Utah. La estatua, dedicada a las gaviotas del Gran Lago Salado, fue diseñada por Mahonri Young, un hijo de Brigham Young, que fue el líder del asentamiento mormón pionero en Utah. Y ¿por qué una gaviota?

En 1848, una plaga de grillos atacó la primera cosecha de trigo que los colonos mormones habían sembrado en la zona y, aunque temieron lo peor, intentaron desesperadamente luchar contra las hordas de insectos. Pero, fue inútil: no pudieron hacer nada más que observar con impotencia la destrucción del alimento que significaba su supervivencia. Cuando todo lo demás había fracasado y aparentemente no había nada que pudieran hacer para detener a los insectos, oraron, confiando en que Dios vendría a rescatarlos. Y entonces, sucedió. Una nube blanca de gaviotas llegó y comenzó a devorar a los grillos. Fue un milagro, y los colonos nunca lo olvidaron. Las gaviotas no vivían cerca del lago interior, y el hecho de que aparecieran cuando los colonos más las necesitaban fue realmente un regalo del cielo y una señal de que Dios estaba velando por los pioneros mormones.

Pero una de las cosas más extrañas de toda la historia fue la forma en que las gaviotas se comían los insectos. Las aves se atiborraban de grillos, regurgitaban los cuerpos parcialmente digeridos, y luego volvían a atiborrarse de más grillos. Este extraño comportamiento, al parecer bastante habitual en las gaviotas, permitía a las aves comer y destruir muchos más grillos de lo que habría sido posible si solo hubiesen comido hasta llenarse. Más allá de esto, el hecho es que las aves acudieron cuando los colonos oraron. No es de extrañar que la gaviota haya sido nombrada desde entonces el ave estatal.

A pesar de milagros como este, siempre hay detractores y se hacen intentos de explicar lo que sucede. Y no importa porque siempre habrá escépticos entre nosotros. Sin embargo, nunca debemos dejar que debiliten nuestra propia fe. Por el contrario, debemos ser fuertes y seguir dando nuestro testimonio de lo que Jesús ha hecho por nosotros.

Comparte este devocional
Deja tu comentario