La gratitud y tu cerebro
“Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón” (Colosenses 3:16, NVI).
¿Sabías que la gratitud mejora tu salud física y mental? Quizá podrías preguntar a tus padres cuáles fueron las primeras palabras que dijiste cuando eras bebé. Probablemente una de ellas fue la palabra “gracias”, en idioma bebé. La gratitud es una emoción que aparece cuando algo nos causa bienestar o nos libra de algún malestar o preocupación. El agradecimiento es la acción que surge de la gratitud y que es capaz de transformarnos a nosotros y a los que nos rodean.
Es muy importante que conozcas los efectos positivos que tiene el ser una persona agradecida. Por ejemplo, estudios científicos muestran que cuando una persona escribe en un papel aquello por lo que está agradecido, o lo expresa en voz alta, el impacto en el cerebro es determinante porque mejora ciertas funciones del organismo relacionadas con comer, beber y dormir. Esto genera que el metabolismo se active y los niveles de estrés bajen.
Agradecer afecta el hipotálamo, y esta es la parte de nuestro cerebro que regula importantes funciones corporales, como el apetito, el sueño, la temperatura, el metabolismo y el crecimiento.
Tener una actitud de gratitud hace que te sientas más saludable. Tu cerebro recibe esta información y esto provoca más movimiento en las conexiones, y hace que el cuerpo reaccione positivamente. Las personas agradecidas experimentan niveles más altos de emociones positivas como gozo, entusiasmo, amor, felicidad y optimismo; y la gratitud como disciplina nos protege de impulsos destructivos como la envidia, el resentimiento, la codicia y la amargura.
Por lo tanto, quiero desafiarte a practicar la gratitud. Agradece primero a Dios por sus bendiciones, y a las personas que veas a lo largo del día.
Que la palabra “gracias” la tengas en la punta de la lengua como manera de valorar lo que hacen los demás por ti. Por ejemplo, agradece a tu mamá por la comida que preparó, que seguro requirió tiempo y esfuerzo. A la vez, expresa gratitud con gestos de amabilidad, sonriendo, abrazando, devolviendo bien por bien. Dile a las personas que amas cómo te sientes y lo que ellas significan para ti: estas son maneras de dar amor y agradecer.
Nina