No se trata de merecer, sino de insistir
«Pidan a Dios, y él les dará. Hablen con Dios, y encontrarán lo que buscan. Llámenlo, y él los atenderá. Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido». Mateo 7: 7, 8, TLA
El filosofo alemán Arthur Schopenhauer escribió que «muchas veces las cosas no se le dan al que más las merece, sino al que sabe pedirlas con mayor insistencia». Pedir es un arte. Tanto que las universidades han incluido en su oferta de carreras una maestría que enseña a los que la cursan a pedir grandes cantidades de recursos.
La Biblia presenta que a Dios le agradan las personas que piden. Pedir lo que necesitamos es un principio fundamental de nuestra relación con él. «Pidan a Dios, y él les dará. Hablen con Dios, y encontrarán lo que buscan. Llámenlo, y él los atenderá. Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido» (Mateo 7: 7, 8, TLA). Si hay luz, ¿por qué quedarnos en la oscuridad? Si hay un cielo ilimitado, ¿por qué contentarnos con arrastrarnos en tierra? Si hay oportunidad de cambiar, ¿por que no intentarlo? Si los milagros existen, ¿por que no pedir uno para ti?
Dios siempre responde cuando sus hijos le piden. Recuerdo cuando uno de nuestros jóvenes colportores decidió vender sus libros en una zona distinta a la que habitualmente visitaba. Era una zona rural y no tomó las precauciones necesarias. En un paraje solitario fue abordado por hombres armados que lo capturaron acusándolo de ser un espía y lo llevaron al campamento para investigarlo. El joven entendió que estaba en serios aprietos y que su vida corría peligro. Pensó en su familia y se angustió. En la celda, se arrodilló y clamó a Dios para que cuidara su vida.
Aquella misma noche, la esposa del comandante enfermó con fiebres altísimas. El joven ayudó utilizando uno de los libros que vendía. Preparó tratamientos naturales, y la dama se recuperó. Al día siguiente fue dejado en libertad, aquellos hombres le compraron todos sus libros y lo escoltaron hasta un lugar seguro.
Frente a las grandes necesidades y los desafíos que se te presenten, recuerda pedir, pedir con insistencia. @Dios desea que recuerdes hoy que «muchas veces las cosas no se le dan al que más las merece, sino al que sabe pedirlas con mayor insistencia».