Viernes 01 de Julio de 2022 | Matutina para Adolescentes | ¡Sí, Gedeón!

¡Sí, Gedeón!

“En mi corazón atesoro tus dichos para nopecar contra ti” (Salmo 119:11, NVI). Tres hombres se preguntaron: “¿Qué pasaría si los viajeros de cualquier hotel de los Estados Unidos pudieran encontrar una Biblia si la quisieran?”

John Nicholson, Samuel John Nicholson y William Knight eran vendedores, y sabían lo que era llegar a un hotel y luego a otro y a otro después de duros día de trabajo, y tener ganas de hacer algo o de leer. “Debería haber Biblias disponibles para cualquiera que quisiera leer una”, dijeron. Y así, el 1º de julio de 1899, fundaron Gideon International, una organización profesional cristiana laica dedicada a la evangelización personal, decidió poner Biblias a disposición de los viajeros dondequiera se hospedaran. Eligieron el nombre de Gedeón porque se consideraban a sí mismos como Gedeones, dispuestos a hacer lo que Dios les pidiera.

Al principio pensaron en poner una Biblia en la recepción de cada hotel; pero finalmente, en 1908, decidieron poner Biblias en cada habitación de todos los hoteles de los Estados Unidos. Ahora, se pueden encontrar las Biblias de los Gedeones en 175 países. Cada año, colocan más de 56 millones de Biblias en las habitaciones de los hoteles y en las escuelas de toda América. Reciben apoyo financiero de iglesias de muchas denominaciones, y ahora colocan Biblias en hospitales y consultorios médicos, cárceles y prisiones, escuelas, colegios y universidades, e incluso en bases militares. Innumerables personas han sido bendecidas al encontrar una Biblia cerca justo cuando más la necesitaban.

Hoy en día se puede elegir casi cualquier tipo de Biblia que se desee, desde versiones más parafraseadas hasta versiones de investigación serias. La maravilla y la bendición de la Biblia es cómo el Espíritu Santo habla por medio de ella para darte exactamente lo que necesitas, cuando lo necesitas.

Lee algunos salmos, porque la escritura de David es de lo más auténtica. Era un hombre que huía cuando escribió “¡Tengo tantos enemigos!” (Sal. 3:1, NTV) y “cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza” (Sal. 56:3, NVI). La culpa le pesaba cuando escribió: “Crea en mí, Dios, un corazón limpio […] No me eches de delante de ti” (Sal. 51:10, 11, RVR 95) Y debió ser feliz escribiendo el Salmo 103 con su tema “¡Alabado sea el Señor!” A continuación, pasa al Nuevo Testamento.

Conoce de nuevo a Jesús a través de los evangelios. Emociónate con los relatos de Lucas sobre la primera iglesia cristiana. Escucha el valor y el triunfo en la voz de Pablo al enfrentarse a la muerte (2 Tim. 4:6-8). Abre tu Biblia. Léela cada día. Pídele a Dios que te hable por medio de ella.

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