Viernes 15 de Julio de 2022 | Matutina para Adolescentes | El animal armado con diversas piezas

El animal armado con diversas piezas

“Entonces Dios dijo: ‘Que la tierra produzca toda clase de animales, que cada uno produzca crías de la misma especie: animales domésticos, animales pequeños que corran por el suelo y animales salvajes’; y eso fue lo que sucedió” (Génesis 1:24, NTV).

En este día de 1922, el zoológico del Bronx exhibió una criatura que nunca antes se había visto en los Estados Unidos.

Un espectador pensó que, por su cola, se parecía a un castor pequeño. Otro creyó que se parecía a un pato, por su pico. Otros pensaron que tal vez estaba emparentado con una nutria, por sus patas. Pero, luego se enteraron de que, en las patas, tenía espuelas con un veneno letal que podía inyectar en sus enemigos.

La placa sobre la jaula decía que era un ornitorrinco, que tenía el pelaje de un mamífero y alimentaba a sus crías con leche, pero que ponía huevos como un ave o un reptil. Entonces, ¿qué era? ¿Un mamífero? ¿Un pájaro? ¿Un reptil? ¿Castor, pato, nutria? ¿Lagarto venenoso? ¿Ninguna de las anteriores? ¿Todo lo anterior?

Lo cierto es que el ornitorrinco es bastante extraño porque no se parece a nada que hayas visto antes. Hoy en día sabemos mucho más sobre ese animal, pero todavía no sabemos por qué Dios nos dio una criatura con tal mezcla de partes del cuerpo. Tal vez le guste la variedad. Algunos dirían que el ornitorrinco es un producto de la evolución, que ha recogido partes del cuerpo de varias especies a medida que se desarrollaba. Pero, nuestro texto del Génesis es muy claro en cuanto a los límites de Dios para ese tipo de cosas. Dijo que cada tipo de animal debía producir una descendencia del mismo tipo.

En realidad, nuestro maravilloso mundo está lleno de criaturas extrañas. (Y no, no estoy hablando de tu hermano.) Existe el narval: la mayoría de los machos tiene un colmillo de dos metros que utiliza, entre otras cosas, para determinar la salinidad del agua. También está el diminuto topo de nariz estrellada, cuya extraña nariz le ayuda a olfatear la comida con gran rapidez. Y el cangrejo Yeti, que vive entre los respiraderos hidrotermales a lo largo de una cresta en las profundidades del Océano Pacífico. Sus brazos están densamente cubiertos de pelo amarillo pálido.

Dios creó estas extrañas criaturas, y muchas, muchas más. Todo el tiempo se descubren nuevas especies. Algunos de nosotros, los humanos, también tenemos un aspecto bastante extraño: mira las fotos del anuario de tus padres, o incluso las tuyas dentro de veinte años. ¿No te alegras de que a Dios le guste cómo somos?

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