Billy the Kid [Billy el Niño]
“Más vale el buen nombre que las muchas riquezas… El prudenteve el mal y se esconde, pero los ingenuos pasan yreciben el daño” (Proverbios 22:1-3, RVR 95).
Seguramente, has escuchado historias sobre este muchacho. Se lo conocía con varios nombres: Henry McCarty, Henry Antrim y William Bonney, y también como Billy the Kid. En este día de 1875, el infame Billy fue arrestado por primera vez.
¿Su delito? ¿Robar un banco? ¿Matar a un sheriff o a un U.S. Marshal? No. Por esconder una bolsa de ropa sucia.
Evidentemente, un amigo mayor había robado una bolsa de ropa a un lavandero chino y convenció al divertido Billy para que participara en la broma. Billy se la escondió, pero cuando un policía lo pilló literalmente con la bolsa en la mano, lo metió en la cárcel para darle una lección. En el siglo XIX no había indulgencia solo porque uno fuera un joven adolescente huérfano. Mientras estaba en la cárcel, Billy descubrió que tenía una verdadera fobia al encierro. Al cabo de dos días logró la manera de subir a la chimenea de la cárcel y se escapó. Billy estaba tan enfadado por haber sido encarcelado por una cosa tan pequeña que juró que a partir de entonces siempre estaría en el lado equivocado de la ley. Es triste que no tuviera a nadie que se hiciera amigo de él y lo ayudara a volver al buen camino. Por desgracia, sus futuros delitos serían mucho peores que esconder una bolsa de ropa robada.
Billy nació en los barrios bajos de la ciudad de Nueva York, y la vida para él fue, en el mejor de los casos, inestable. Nunca conoció a su padre, y él y su madre se mudaban a menudo. Se decía que ella era “una alegre dama irlandesa, llena de vida y travesuras”. Pero le dio tuberculosis, una enfermedad mortal en el siglo XIX, y murió cuando Billy tenía solo catorce años. Después de eso, él se quedó solo. Tras la muerte de su madre, Billy decidió que sería honesto y trabajaría duro para salir adelante. Era un joven inusualmente amable. El jefe de Billy en un hotel donde trabajaba decía que era “el único chico que ha trabajado aquí que nunca ha robado nada”. Solo después del trato injusto que recibió por esconder una bolsa de ropa sucia, William Bonney, un chico de buen carácter, se endureció tanto que se convirtió en un despiadado forajido y asesino llamado Billy the Kid.
Billy habría hecho bien en contemplar a dónde lo llevaban sus decisiones vitales. Con solo 21 años murió sin dejar nada más que su legendaria vida de crimen. ¿Qué reputación te estás labrando? ¿Es tu buen nombre más importante para ti que el dinero o la fama? Ora para que así sea.