Domingo 22 de Agosto 2021 | Matutina para Mujeres | Contempla la vida desde tu cuerpo de mujer

Domingo 22 de Agosto 2021 | Matutina para Mujeres | Contempla la vida desde tu cuerpo de mujer

Escuchar Matutina

Contempla la vida desde tu cuerpo de mujer

“Llévame por el camino de tus mandamientos, pues en él está mi felicidad” (Sal. 119:35).

Son muchas las circunstancias, algunas imaginarias pero otras reales, que han llevado a muchas mujeres a desear haber sido varones. El despre­cio de lo femenino no solamente es consecuencia del llamado machis­mo; también es consecuencia de la poca valoración de nuestra naturaleza y de toda la exquisitez que posee. Por supuesto que es un derecho vivir con dignidad, y esta debe ser rescatada desde nuestro interior. Si subestimamos lo que somos, si no nos valoramos a nosotras mismas, si no festejamos nuestros aciertos y nuestras virtudes, la lucha por la igualdad no dará mucho fruto. 

Es tiempo de reconocer lo que somos y, desde lo femenino, aprender a disfrutar de la vida. Intuitivas por naturaleza, las mujeres podemos advertir terrenos peligrosos y evitar caminar por ellos, lo que nos salva de muchos percances físicos, emocionales y espirituales.

Detallistas e ingeniosas, podemos crear belleza donde quizás pocos la ven; eso nos incluye a nosotras mismas en nuestro arreglo personal. 

Emocionales y sensibles, podemos reír y llorar cuando acompañamos al que sufre y al que está alegre; podemos dar afecto y expresar lo que sentimos sin máscaras. 

Orientadas al aquí y al ahora, nuestra naturaleza práctica nos permite atender una agenda de actividades con prontitud, agilidad, cuidado, organi­zación y precisión, algo que a muchos varones les cuesta mucho. 

Románticas y cariñosas, hacemos que el contacto físico con el esposo sea cálido, tierno, placentero y no simplemente una relación sexual fría y sin conexión. 

Orientadas a las relaciones interpersonales, somos buenas compañeras, amigas, novias, madres y esposas. Dispuestas a escuchar y a hablar, tocamos el corazón de los demás, transformándonos así en motivadoras, consejeras y guías, con lo que practicamos un ministerio semejante al que Jesús ejerció cuando vivió entre los hombres y las mujeres de su tiempo. 

Maternales y tiernas, somos cuidadoras empáticas de los niños, los ancia­nos, los animales y la naturaleza. 

El placer de ser mujer comienza agradeciendo a Dios por la forma en la que te hizo, y termina demostrándote a ti misma y a los demás que la vida vista desde un cuerpo y una mente de mujer es maravillosa y gratificante.

Deja una respuesta