Jueves 09 de Febrero de 2023 | Matutina para Menores | La herencia espiritual

La herencia espiritual

“Jacob le dio a Esaú pan y guiso de lentejas. Cuando Esaú terminó de comer y beber, se levantó y se fue, sin dar ninguna importancia a sus derechos de hijo mayor” (Génesis 25:34).

No sé si te guste el guiso de lentejas, pero imagino que el de Jacob era el mejor. Tan impactante era el aroma y el color rojo de ese guiso que Esaú quiso comer en casa. A partir de ese momento, Esaú fue conocido como el “Rojo” (Edom), no solo por ser pelirrojo, sino también por el color del famoso guiso que preparó Jacob.

Este episodio nos enseña que ambos hermanos actuaron mal. Jacob se aprovechó de una situación, en este caso del hambre de su hermano, para conseguir la herencia que Dios le había prometido. Si Dios había dicho que la herencia sería de Jacob, no tenía por qué intentar ayudarle a Dios a conseguirla. Jacob se aprovechó del hambre de su hermano; bien podría haber compartido de su guiso sin esperar nada a cambio.

Por otra parte, Esaú demostró su poco interés en cultivar su vida espiritual. Desde aquellos tiempos, el hermano mayor (Esaú nació solo un momento antes que Jacob) además de recibir la herencia material, recibía la herencia espiritual. Se esperaba que como hermano mayor se encargara del liderazgo espiritual de la familia. Su conducta nos demuestra que no le interesaba ese rol. Esaú podría haber rechazado el trato que le ofreció Jacob (lentejas por herencia) y elegido la primogenitura. En tono melodramático Esaú dijo: “Me estoy muriendo”. No tuvo paciencia. Quería satisfacer sus deseos al instante. El autor bíblico concluye: “Así menospreció Esaú la primogenitura”.

No seamos como Jacob ni como Esaú. Ni ventajosos en nuestro trato con los demás, ni prefiramos los “guisos” pasajeros que el mundo ofrece por no tener un poco de paciencia y confianza en los planes de Dios.

Hay un mensaje especial para ti:  Matutina para Menores, Domingo 07 de Marzo de 2021
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