Cuarenta
“Y aconteció que al cabo de cuarenta días, Noé abrió la ventana del arca que él había hecho” (Génesis 8:6).
Ciertos números se repiten con insistencia en las Escrituras. ¿Sabías que el número 40 aparece en más de cien ocasiones en la Biblia, y en momentos clave? Mencionaremos algunos de ellos a modo de ilustración.
•Cuando Dios envió el Diluvio, estuvo lloviendo 40 días y 40 noches.
•Moisés estuvo 40 años en el desierto de Madián cuidando ovejas y otros 40 años conduciendo al pueblo de Israel por el desierto hasta la Tierra Prometida. También pasó 40 días de oración en el monte Sinaí antes de recibir los Diez Mandamientos.
•Los doce espías de Israel exploraron la tierra de Canaán durante 40 días.
•Jonás anunció que Nínive sería destruida en 40 días si la gente no se arrepentía. ¡Cuánto se acercaron a Dios los ninivitas!
•Goliat desafió a los israelitas por 40 días hasta que fue vencido por David.
•En la Biblia hay tres reinados de 40 años: el de Saúl, el de David y el de Salomón. Los tres primeros reyes de Israel.
•Jesús pasó 40 días en el desierto preparándose para su ministerio, y tras su crucifixión, pasaron precisamente 40 días antes de la Transfiguración.
El número 40 nos sirvió como un referente y un facilitador para establecer relaciones entre un evento y otro. Cuando vuelvas a leer las Escrituras, reconocerás estos pasajes y tu mente establecerá nuevas relaciones. Es una forma fácil de aprender, ¿verdad? Se llama asociación de ideas. Ahora quisiera que asocies dos ideas: el número 40 y grabar en tu mente algo muy importante.
La misma acción hecha durante 40 días se graba en la mente como un pirograbado. Debes elegir qué te gustaría agregar a tu agenda de actividades y hacerlo. Quizá pronto estés dominando un idioma, o ejecutando hábilmente un instrumento musical. O quizá en poco tiempo hayas leído una colección de libros entera. O tal vez estés fortaleciendo tus músculos, saliendo a caminar al aire libre.
Piensa… ¿qué quieres lograr? Podrás obtenerlo repitiendo una vez al día durante 40 días algún hábito del que te quieras apropiar. Pasado este tiempo, lo harás sin pensarlo. ¡Anímate, es divertido!
Mirta
