Matutina para Adultos | Miércoles 06 de Diciembre de 2023 | “Yo sé que mi Redentor vive”

Matutina para Adultos | Miércoles 06 de Diciembre de 2023 | “Yo sé que mi Redentor vive”

“Yo sé que mi Redentor vive”

“Yo sé que mi Redentor vive, y que al fin se levantará sobre el polvo” (Job 19:25).

Uno de los lugares más emblemáticos de Londres es la Abadía de Westminster. En dicha iglesia se celebra la coronación de los monarcas británicos, se realizan los actos fúnebres de los miembros de la realeza y en ella han sido enterrados algunos de los personajes más influyentes de la historia humana. Precisamente para ver los monumentos fúnebres que forman parte de su estilo gótico inglés, la Abadía de Westminster recibe la visita de más de un millón de turistas cada año.

Uno de los monumentos que más me impresionaron de tan emblemático edificio es el que adorna la tumba de George Frederic Händel. El escultor Louis François Roubiliac talló una escultura a tamaño real en la que aparecen, a la izquierda, distintos instrumentos, mientras Händel parece sostener una partitura de su pieza más famosa: El Mesías. En la partitura se puede leer parte del texto de Job 19:25 y 26: “Yo sé que mi Redentor vive, y que al fin se levantará sobre el polvo, y que después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios”.

¡Qué grandiosa esperanza! La muerte puede poner fin a nuestro paso por la tierra, puede arrebatarnos a nuestros seres queridos, puede exhibir su fuerza y encerrarnos en una tumba fría y oscura, pero nunca podrá quitarnos la certeza de que nuestro Redentor vive. Y si morimos con la fe puesta en él, seremos levantados del polvo de la muerte. Ese Redentor es el que venga nuestra sangre, el que nos redime de la esclavitud, el que protege a los desamparados. David lo describió como “el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias” (Sal. 103:4).

La música de Händel ha elevado nuestras almas, nos ha nutrido el espíritu, y nos ha infundido paz en momentos de inquietud; pero el único que podrá rescatarnos del hoyo en el que el pecado nos ha sumergido es nuestro grandioso y poderoso Redentor.

Como la de Job, tu vida puede ser un completo caos en estos momentos: la enfermedad puede estar acabando tu cuerpo por dentro y por fuera, la tristeza puede orillarte al filo del abismo, pero hoy puedes reclamar para ti la promesa y proclamar que tu Redentor vive, y que muy pronto lo verás.

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Anabel sabino

    Ser cada día más agradecido con la vida q Dios nos da día con día pedir a Dios una transformación en nuestro diario vivir

  2. Ingrid

    Amén, Señor aumenta mi fe.

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