“Los entendidos resplandecerán”
“Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas, a perpetua eternidad” (Daniel 12:3).
Es muy común que me den placas de reconocimiento en los distintos lugares en los que he servido de alguna manera. Como el espacio de mis paredes está reservado para estantes que puedan sostener libros, todas mis placas están bien guardadas en una caja dentro de un armario en mi biblioteca. Todas excepto una.
En diciembre de 2005, los estudiantes de Teología de la Universidad Adventista Dominicana me entregaron un reconocimiento mediante el cual expresaron su cariño por mi persona y por las enseñanzas que había compartido con ellos. Luego de sus palabras de gratitud, incluyeron en la placa un pasaje que desde entonces se ha convertido en mi pasaje favorito de la Biblia: “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas, a perpetua eternidad” (Dan. 12:3). “Los entendidos resplandecerán”, ¿acaso no es una preciosa y grandísima promesa?
En el libro de Daniel, los sabios o “entendidos” desempeñan un papel muy significativo, al grado de que en la Biblia hebrea los escritos de ese profeta no forman parte de los profetas, sino de la misma sección en la que encontramos los libros de sabiduría, como Proverbios y Eclesiastés. La primera vez que encontramos a “los entendidos”, en hebreo maskilim, es el capítulo 1. El rey Nabucodonosor pidió que se buscaran muchachos “instruidos [maskilim] en ciencia”. De acuerdo a lo que leemos en Daniel 1:17, esos instruidos fueron Daniel y sus tres amigos; es decir, cuatro jóvenes hebreos que fueron arrancados de la comodidad de su patria y llevados a experimentar el férreo cautiverio babilónico. Luego, en Daniel 11:33, “los sabios [maskilim]” son los que “caerán a espada”, los que durante “su caída serán ayudados” (vers. 34). El versículo 35 agrega que esos sabios “caerán para ser depurados, limpiados y emblanquecidos hasta el tiempo determinado”. ¡En Daniel los sabios suelen estar en el horno de la aflicción!
Sí, es cierto que “los entendidos resplandecerán”, pero ese brillo vendrá tras haber atravesado situaciones que los depuraron y limpiaron.
Quizá ahora es el tiempo del caos, de la depuración, de la caída; pero la noche está desapareciendo, ya se acerca la mañana gloriosa, el día cuando tú y yo seremos una luz que resplandecerá por todo el firmamento durante toda la eternidad.
