“Yo te ayudo”
“Yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: ‘No temas, yo te ayudo’ ” (Isaías 41:13).
En la Biblioteca Pública de Nueva York, en la sección de libros antiguos y raros, se encuentra el famoso globo de Hunt-Lenox. Esta maravilla de la cartografía europea fue preparada en 1510, poco después del descubrimiento de América. Según Michael Inman, el curador de esa sección de la biblioteca, el globo contiene “mucha información geográfica, detalles, cadenas montañosas, ríos. Se ilustran barcos, carabelas muy similares a las que utilizó Colón en su viaje inicial a las Américas. También tiene monstruos de mar cuidadosamente ilustrados”.
Hay detalles interesantes en el globo. Por ejemplo, a Cuba se la llama Isabel; a la isla compartida por Haití y República Dominicana se la denomina Spagnolla. Pero el globo es conocido por ser el único documento en su clase que contiene la frase latina: hic sunt dracones. Estas palabras, que significan “aquí hay dragones”, fueron colocadas en el borde del mapa, donde acababa la zona explorada y conocida por los seres humanos y comienzan posibles peligros.
Es cierto que lo desconocido suele estar cubierto con un halo de misterio y de oscuridad, y que lo percibimos plagado de peligros. ¿Cómo me irá al emprender este nuevo negocio? ¿Será que esta nueva relación contribuirá a mi crecimiento? ¿Este cambio de trabajo será provechoso para mi familia? Y muchas veces, ante la incertidumbre que conllevan tales incógnitas, surge en nosotros el temor, porque estamos entrando en un territorio inexplorado y desconocido, dominado por grandes y peligrosos dragones, y ese temor nos hace recular y volver a lo que es conocido y rutinario.
Si eres de los que le tienen miedo a ese letrero que anuncia “aquí hay dragones” te vendría bien atesorar esta preciosa promesa bíblica: “He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo y no los hallarás; serán como nada, como cosa que no existe, aquellos que te hacen la guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: ‘No temas, yo te ayudo’ ” (Isa. 41:11-13).
Hay dragones, hay enemigos, hay gente que está contra ti, hay peligros reales, pero el Señor hoy te dice: “No temas, yo te ayudo”. Cuando te topes con un “hay dragones” ahí mismo puedes decir: “No tengo miedo, porque Dios me ayudará a derrotarlos”.
