Cuando suene la trompeta
“Os digo un misterio: No todos moriremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta, porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles y nosotros seremos transformados” (1 Corintios 15:51, 52).
La trompeta es un instrumento musical de viento, de metal. Es tan antigua como la flauta, y ambas derivaron del cuerno de buey. La trompeta se utilizaba para transmitir señales, para la caza, para servicios religiosos y para los entierros, o sepulturas. La Biblia refiere el uso de la trompeta en las batallas, para dar alarma en tiempo de guerra o peligro, y también como una señal de los tiempos finales.
Pablo dice que, en un instante, al sonido de la trompeta, los muertos en Cristo resucitarán con un cuerpo inmortal. El sonido de la trompeta no será para anunciar el peligro de la guerra, el dolor de la despedida y de la muerte; el poderoso sonido será para anunciar la alegría del reencuentro y de la vida restaurada. Algunos, como Elías, serán transformados y trasladados sin ver la muerte. Otros, como Moisés, serán resucitados. Y ambos, los Elías y los Moisés, vivirán eternamente.
James Black pasaba lista a los niños de su escuela bíblica en 1893. Cuando llamó a Bessie, ella no estaba presente. El maestro, decepcionado por la inasistencia, quiso hacer una broma. Dijo: “Yo confío en que, cuando el rollo se abra allá arriba y se pase lista, ella esté”. Luego se vio movido a cantar un himno sobre ese tema, pero no logró encontrarlo.
Al volver a su casa, Black se sentó en su piano y comenzó a componer. Las lágrimas llenaron sus ojos mientras entonaba la canción. Este himno se llama “Cuando suene la trompeta” y se convirtió rápidamente en un clásico en todas las iglesias. Ya ha sido traducido a más de catorce idiomas. Se ha usado en películas ganadoras de premios. Incluso, ha sido entonado por presidentes o primeros ministros, como Winston Churchill, y numerosos artistas alrededor del mundo. Esto decía en su primera estrofa original:
“Cuando la trompeta suene en aquel día final y que el alba eterna rompa en claridad; cuando las naciones salvas a su patria lleguen ya, y que sea pasada lista, allí he de estar. Cuando allá se pase lista, cuando allá se pase lista, cuando allá se pase lista […] a mi nombre yo feliz responderé”.
Que así sea. Amén.
