El predicador vestido de blanco
«El Señor dirige los pasos del hombre y lo pone en el camino que a él le agrada» (Salmo 37: 23).
¿Tienes alguna duda de que Dios dirige el curso de tu vida? El pastor Hugo Leggett había iniciado una serie de reuniones de evangelización cuando una terrible tormenta desgarró la carpa. El pastor invitó al público a que regresara dentro de dos días. Precisamente antes de que se iniciara la segunda reunión, un oyente, el señor Glass, se le acercó para hablarle.
«Hace unos seis años —le dijo— tuve un sueño en el que vi a un hombre vestido de blanco que predicaba la verdad de la Biblia en una carpa. También vi un libro grande. Durante todos estos años he asistido a todas las reuniones que se celebraron bajo carpa en esta localidad. Pero, de todos los predicadores que conocí, solo usted usa traje blanco. Yo creo que usted enseña la verdad».
Glass también preguntó: «¿Usted va a predicar en contra del cigarrillo?». El evangelista pensó que no era oportuno aún tocar ese tema, pero al fin reconoció que hablaría de él. Al día siguiente Glass le comunicó que había dejado de fumar, y le preguntó: «¿Piensa enseñarnos que el sábado es el día de reposo?». «¡Oh! —respondió el pastor— Usted se está anticipando a mis sermones. ¿Cómo se enteró del tema sobre el sábado?». «En mi sueño —dijo— vi un libro grande, titulado Las hermosas enseñanzas de la Biblia, tiempo después lo conseguí y en él aprendí que el sábado es el verdadero día de reposo. Comprendí que ese libro estaba relacionado con el predicador vestido de blanco y que nos hablaría del sábado».
El pastor Leggett bautizó a Glass, quien posteriormente llevó a cabo reuniones de evangelización en esa misma carpa y logró que varias personas aceptaran el mensaje que Dios le había revelado de forma tan providencial. Tiempo después se convirtió en anciano de la iglesia que se estableció en su pueblo. Es bueno destacar que cuando Glass tuvo aquel sueño, seis años antes de asistir a aquella campaña, Hugo Leggett todavía no era pastor y ni siquiera tenía un traje blanco.
«El Señor dirige los pasos del hombre y lo pone en el camino que a él le agrada» (Salmo 37: 23). ¿Lo dejarás guiar tus pasos en este día?