Matutina para Jóvenes | Sábado 14 de junio de 2025 | Un día especial

Matutina para Jóvenes | Sábado 14 de junio de 2025 | Un día especial

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Matutina para Jóvenes

«Respeta el sábado; no te dediques a tus negocios en mi día santo. Considera este día como día de alegría, como día santo del Señor y digno de honor» (Isa. 58:13)

Tuve el privilegio de nacer en un hogar adventista, por lo que siempre he observado el sábado como día de reposo. Sin embargo, debo confesar que no siempre lo disfruté. Cuando era niño, me molestaba que mis padres no me permitieran jugar con mis amigos o ver los programas de televisión que veía durante el resto de la semana. Pero admito que durante mi juventud aprendí a apreciar el sábado, y este día especial se convirtió en un refugio para mí, ya que no tenía que preocuparme por las tareas y los exámenes que me agobiaban durante la semana.

No obstante, no basta con disfrutar del sábado. Isaías 58:13 señala que hemos de hacer de él una «día de alegría». En la tradición judía, el sábado es un día de regocijo, tanto que está prohibido ayunar en él. Este aspecto se ilustra en el relato apócrifo de Judit. Viuda desde hacía tres años y cuatro meses, Judit mandó construir un cobertizo en el terrado de su casa, donde entraba vestida con «ropas ásperas e iba siempre vestida de luto. Desde que había quedado viuda ayunaba todos los días, excepto los sábados y las vísperas de estos días» (Judit 8:5-6). En el Talmud se relata un episodio en el que la esposa de un rabino espera hasta la puesta del sol para comunicarle a su marido que sus dos hijos habían fallecido, con el fin de preservar la paz y la alegría del sábado.

En el siglo XIX, Elena de White instó a los padres de su época a «hacer del sábado […] el día más gozoso de la semana» (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 360). Creo que ser un joven adventista en el siglo XXI conlleva experimentar por nosotros mismos al Dios que nuestros padres nos enseñaron a amar. Significa aprender a convertir el sábado en una delicia, un día para disfrutar de la naturaleza y la compañía de nuestros seres queridos, tal como Dios lo destinó cuando apartó este día para nuestro deleite. ¿Qué harás hoy para convertir este día en una «delicia»?

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