Honrar a Dios con las ofrendas
“Entiende que obedecer al Señor es mejor que ofrecerle sacrificios, y que escucharlo con atención es mejor que ofrecerle la grasa de los carneros” (1 Samuel 15:22).
A pesar de que Dios había descartado a Saúl como rey de Israel desde el capítulo 13, el Señor le dio una oportunidad más, que él no aprovechó. En este capítulo la orden fue clara: destruir por completo a los amalecitas, incluso sus animales. Pero a Saúl le pareció insignificante alterar la indicación divina: “Saúl y su gente también se quedaron con lo mejor de sus animales: ovejas, toros, becerros engordados y carneros; lo de poco valor lo destruyeron” (1 Sam. 15:9). Cuando se acercó el profeta Samuel y escuchó el sonido de los animales, Saúl primero mintió: “Yo cumplí con lo que me ordenó el Señor” (vers. 20). Luego, culpó a otras personas: “Fue el pueblo quien tomó lo mejor de las ovejas y vacas” (vers. 21). En tercer lugar, justificó su proceder: “Para ofrecer sacrificios al Señor tu Dios en Gilgal” (vers. 21).
Aunque a los ojos del pueblo Saúl había obtenido una gran victoria, delante de Dios ese fue su último día como rey. Saúl demostró que no le importaban las órdenes de Dios. Hoy honramos a Dios cuando obedecemos sus indicaciones por sencillas, absurdas o ilógicas que les parezcan a las personas.
El argumento de Saúl de dejar con vida lo mejor de los animales con el propósito de sacrificarlos al Señor le pareció un buen negocio, pues así no necesitaría tomar de su propio ganado para ofrendarlo al Señor. Su razonamiento fue absurdo. Para ofrendar a Dios debemos dar de lo que nos pertenece. No tiene sentido que tomes algo de tu vecino para entregarlo como ofrenda en el templo. Y además, aun cuando la ofrenda sea nuestra, lo que más le importa a Dios es nuestra obediencia y la rectitud de nuestro corazón. No importa lo grande de la ofrenda, no tiene valor si desobedecemos su voluntad.
¿Qué es la rectitud de corazón? La justicia, la misericordia y la fe (Mat. 23:23). Sigue las indicaciones de Jesús y él prosperará tu camino.