El grupo de Mariana
«Deberíamos ayudar a otros a hacer lo que es correcto y edificarlos en el Señor». Romanos 15:2.
Ahora estaba usando muletas. Hacía un mes estaba en silla de rueda pero con los tratamientos que comenzó a hacer después del accidente en auto, ¡mejoró! Pero usar muletas era muy complicado. Sus padres estaban preocupados. ¿Cómo subiría y bajaría las escaleras hasta el salón de clases?
Mientras la familia charlaba con el director de la escuela acerca de eso, la profesora le explicó al curso que Mariana necesitaría su ayuda, porque recién se estaba acostumbrando a las muletas. Algunos hicieron caras. Mariana era una niña muy inteligente en Matemática, le gustaba ayudar a los compañeros, tenía cabellos ondulados y era una niña con una personalidad propia, como cualquier otra… pero tenía solo dos amigos, y eso era raro.
—Ah, seño… ¡pero ella no puede correr con nosotros! Es muy incómodo tener que ayudarla hacia acá y hacia allá reclamó una de las chicas.
Antes de que la maestra pudiera decir algo, Mariana apareció en la puerta. Sus amigos le dieron el abrazo más bonito que he visto. Su mesa estaba adornada con dibujos y tarjetas. Luana, su mejor amiga, fue a frente y, con una sonrisa., dijo:
—Quiero felicitar a mii amiga Mari. Amiga, sé que no es fácil usar muletas, ¡pero sabes que puedes contar conmigo!
Mi oración: Querido Dios, ayúdame a ser un niño respetuoso y amigo de todos.
