Un sacerdocio corrompido
Y los príncipes de los sacerdotes y los escribas procuraban cómo matarlo; más tenían miedo del pueblo. Lucas 22:2, JBS.
El sacerdocio se corrompió completamente. Lograban sus ambiciones cometiendo fraude y crímenes. El amor al poder era el motivo para desear el puesto de sumo sacerdote. Quienes debían representar a Jesús eran viles, corruptos, tiranos y engañadores. Decidieron matar a Jesús, pero necesitaban una prueba que diera la apariencia de legalidad. Los dirigentes religiosos se reunieron en secreto. El Comentario bíblico adventista enumera ocho razones por su preocupación y nerviosismo: (1) El pueblo estaba poniéndose de parte de Jesús (Juan 12:19). (2) Si demoraban, el público reaccionaría cada vez más a favor de Jesús. (3) Algunos del consejo de dirigentes hablarían a favor de él y exigirían justicia (Mat. 26:66). (4) El plan podía fracasar a pesar de los esfuerzos. (5) Caifás podría no continuar con el proceso hasta completarlo. (6) Tendrían que enfrentar el inconveniente de los milagros realizados en sábado. (7) El concilio podría dividirse por los prejuicios entre fariseos y saduceos. (8) Tenían miedo de que Jesús revelara detalles desfavorables de su vida privada o de la ilegalidad del juicio (ver 5CBA, p. 525).
Un temor mortal se apoderó de los sacerdotes y fariseos. Es lo mismo que sucede en otros relatos: La pérdida del temor de Dios conlleva al miedo, el miedo lleva a la toma de decisiones torpes y juicios errados. La popularidad de Jesús aumentó después de la resurrección de Lázaro y los dirigentes judíos, llenos de miedo, perplejos y frustrados, se acusaban unos a otros. “La crisis era inminente, y a menos que pudieran deshacerse de él, la caída de ellos parecía segura. Creyeron que debían actuar con rapidez y en secreto” (5CBA, p. 506).
Mientras el concilio deliberaba, apareció Judas con la traidora propuesta: entregar a su Maestro sin llamar la atención de las multitudes que asistían a la fiesta pascual. Planeaba forzarlo a manifestarse como Mesías, con el fin de recibir el más alto rango en su reino. Los sacerdotes pagaron a Judas con dinero de las ofrendas de sacrificio del templo.
Cuando decidas hacer la voluntad de Dios, siempre aparecerá un sacerdote y un Judas en tu vida, alguien que por envidia planifique hacerte daño y alguien que te traicione. Imita a Jesús: no discutas con quien planifica en tu contra, y mantén a tu traidor cerca de ti.