Valorando mis valores
“Pierde una hora por la mañana y estarás buscándola todo el día”. Richard Whately
“Si pudieras elegir entre tener más tiempo y más dinero, ¿qué elegirías?”. Te lanzo esta mañana esta pregunta, con la que comienza un interesante artículo publicado en el New York Times.48 Uno de sus autores, el profesor Hal Hershfield, precisamente estaba enfrentando ese dilema. Acababa de ser padre a la par que lo habían invitado a dar un seminario lejos de donde vivía, lo que significaría días fuera de casa. Le pagarían bastante, y eso era un atractivo fácil de cuantificar, pero ¿cómo cuantificar los días que se perdería de hacerle gugutatá a su pequeña? Se detuvo a pensar en que le quedaban apenas 222 semanas para que su hija comenzara la escuela, ¿se perdería una de ellas por dinero? ¿Qué le aportaría más felicidad, ese dinero o esos días con su bebé? Tenía clara la respuesta, y eso le llevó a hacer una investigación.
Entrevistó a 4.415 personas de diferentes edades, profesiones y estado civil, a las que les hizo la pregunta: “Si pudieras elegir entre tener más tiempo y más dinero, ¿qué elegirías?”. El 64 % afirmaron preferir el dinero.Luego pidieron a todos que valoraran de 1 a 10 su nivel de felicidad. Paradójicamente, el 36% que había elegido el tiempo sobre el dinero mostraron un nivel mucho mayor de felicidad que los que habían elegido el dinero. Tal vez porque el dinero conlleva una serie de preocupaciones que nos roban el bienestar, mientras que el disfrute de un tiempo de calidad es un método excelente para reducir el estrés y olvidar las preocupaciones.
Yo no soy quién para decir qué es mejor para cada cual, si tener más dinero o tener más tiempo, puesto que los valores los decide el individuo. Pero para quien decide basar sus valores en la Biblia, está muy claro. El dinero, en sí mismo, no es fuente de felicidad; el tiempo que Dios nos da, vivido como Dios quiere que lo vivamos, sí nos da felicidad. Y dentro de ese tiempo, un día de cada siete, 52 días de cada 365, son un oasis en el desierto de la preocupación y la ansiedad.
Guardar el sábado es la maravillosa y eficaz prescripción bíblica contra la depresión. Feliz sábado.
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor” (Efe. 5:15-17, RVR95).
48 Hal Hershfield y Cassie Mogliner, “What Should You Choose: Time or Money?”, The New York Times, 9 de septiembre de 2016.