Matutina para Mujeres | Viernes 07 de Marzo de 2025 | Vecina, se le queman los frijoles

Matutina para Mujeres | Viernes 07 de Marzo de 2025 | Vecina, se le queman los frijoles

Vecina, se le queman los frijoles

“¿Cómo puedes decir: ‘Amigo, déjame ayudarte a sacar la astilla de tu ojo’, cuando tú no puedes ver más allá del tronco que está en tu propio ojo? ¡Hipócrita! Primero quita el tronco de tu ojo; después verás lo suficientemente bien para ocuparte de la astilla en el ojo de tu amigo” (Lucas 6:42).

Después del almuerzo. guardé la comida que había sobrado, levanté la mesa y dejé los trastos para lavar más tarde, pues tenía que trabajar en un proyecto musical. Fui al cuarto y me concentré en la creación de un canto, pero, de pronto, algo me hizo perder la concentración. Desde la recámara podía percibir el indiscutible olor de que algo se quemaba y no tardé en adivinar que se estaban quemando los frijoles de mi vecina. Pasaron unos minutos y el olor se hacía más presente. “¿No se da cuenta mi vecina de que se le queman los frijoles?”, pensé mientras avanzaba en mi proyecto. Seguí trabajando hasta que, de pronto, el olor me hizo rebobinar mis pensamientos hasta el minuto cuando, antes de salir de la cocina, yo había puesto a hervir unos frijoles. Salí velozmente de la habitación y lo que encontré fue una espesa nube de humo invadiendo la sala y la cocina, y una olla con frijoles carbonizados, pegados en el fondo. ¿Alguna vez te ha ocurrido algo así?

¡Cuán a menudo solemos ver con rapidez los errores de los demás y en nuestros pensamientos hacemos un juicio al respecto! En ocasiones acusamos a otros de fallas y defectos que se encuentran alojados en nosotras mismas.

La voz de Jesús, desde aquel monte, resuena para ti y para mí hasta hoy. “No juzguen, no condenen”, fueron sus palabras. El sermón del monte es una regla de vida tan vigente como lo son los Diez Mandamientos. Ellos nos muestran el camino hacia una vida armoniosa y productiva. La violación de ese mensaje ha traído a familias enteras, amigos, vecinos y conocidos un sinfín de sinsabores por el hecho de estar pendientes de lo que los demás tienen que corregir, mientras cerramos los ojos ante nuestras propias imperfecciones.

Querida amiga, la próxima vez que estés tentada a hacer un juicio respecto a alguien o algo, asegúrate de que esos frijoles no se estén quemando en tu propia cocina. Pidamos al Señor, con ruegos, que abra nuestros ojos para que podamos ver los nuestros rasgos negativos que pueden estar estorbando nuestra vida espiritual. Pidamos que nos ayude a ser cada día más semejantes a él.

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