Sábado 21 de Enero de 2023 | Matutina para Menores | Caminar por fe

Caminar por fe

“Después que Lot se fue, el Señor le dijo a Abram: ‘Desde el lugar donde estás, mira bien al norte y al sur, al este y al oeste; yo te daré toda la tierra que ves, y para siempre será tuya y de tus descendientes’ ” (Génesis 13:14, 15).

Podríamos pensar que Abram se quedó triste porque su sobrino eligió el valle hermoso mientras que la zona donde él estaba era desértica, pero no tuvo mucho tiempo para lamentarse: muy pronto Dios le dijo que levantara su vista y mirara hacia los cuatro puntos cardinales; Dios le aseguró que esa tierra sería de sus descendientes, muchísimo más allá de los que sus ojos podían ver. Una vez más Abram le creyó a Dios, creyó todo aun cuando faltaban siglos para que la promesa se concretara.

Abram no solo levantó su vista, también levantó sus pies y caminó a través del territorio que algún día sería de Israel como nación. Dios le ordenó: “Levántate y recorre la tierra a lo largo y a lo ancho” (vers. 17). Abram obedeció; su fe era viva, dinámica y activa. Dios espera que nosotros desarrollemos ese tipo de fe. Además, levantó su tienda para vivir en el encinar de Mamre; y “levantó” su corazón a Dios al edificar un altar para adorarlo (vers. 18). Ahora la tierra donde vivía Abram era mejor que el lugar donde vivía Lot porque allí se adoraba a Dios y tenía la bendición divina. Recuerda: Cualquier hogar donde se adora a Dios es mejor que la casa más lujosa que pueda existir.

Así que, no importa donde vivas, tu hogar será mejor que cualquiera si levantas tu vista para buscar a Dios en oración cada día; si levantas tus pies para caminar en la senda que Dios indica en la Biblia; si levantas el altar en tu casa para recordar que Jesús murió por ti en la Cruz y así darnos vida eterna. La fe práctica de Abram se manifestó en hechos concretos, pues buscaba activamente la compañía de Dios.

Dios quiere prosperarte aún más. Para que eso sea realidad, imita a Abram. No dejes pasar un solo día sin buscar la compañía de tu Amigo celestial. La decisión es solamente tuya. Su presencia en tu vida no será por casualidad, sino porque te ocupes de buscarlo.

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