Vencedores
«No tengan miedo. Manténganse firmes y fíjense en lo que el Señor va a hacer hoy para salvarlos, porque nunca más volverán a ver a los egipcios que hoy ven». Éxodo 14: 13
La iglesia compró una propiedad para construir un campamento donde pudiera llevar a cabo los eventos de capacitación, liderazgo, discipulado y recreación de una de sus asociaciones. Ubicaron una preciosa finca con suficiente terreno para construir las instalaciones necesarias. Había suficiente agua, ya que un río atravesaba la finca. Construyeron cinco cabañas para alojar a los participantes en las actividades, edificaron el auditorio para las reuniones y se construyó una casa para el conserje, la cocina y el comedor. La tarea más importante fue la adecuación de amplias zonas para ubicar las carpas durante los campamentos. ¿Qué más se podía pedir? Solo la protección de Dios y la bendición en cada evento que se realizase allí. Pero el enemigo tenía otros planes.
Un día, en pleno campamento juvenil, los asistentes observaron aterrados cómo de manera repentina las aguas cambiaron de color y se tiñeron de un rojo intenso que producía pánico. Cuando indagaron las razones del fenómeno, encontraron que se había establecido en el área un matadero para surtir de carne el mercado de la ciudad. En otra ocasión, mientras se llevaba a cabo un gran evento, un olor nauseabundo invadió el auditorio y toda el área del campamento. Se trataba de una granja porcina que se había ubicado justamente al lado de la propiedad y que se dedicaría a la cría, la experimentación y la comercialización de cerdos. Se inició un acercamiento amigable con los propietarios de ambas propiedades, pero ellos respondieron de manera casi violenta. Se buscó la ayuda de las autoridades, pero el poder del dinero corruptor hizo trizas las esperanzas de obtener ayuda. Esto obligó a la Asociación a convocar a la feligresía para iniciar un plan de oración y ayunos para pedir la intervención de Dios.
¿Qué pasó? Dios respondió de manera poderosa y aleccionadora. Toda la cría de cerdos de la granja se contagió de una peste y murió completamente. El matadero quebró y tuvo que cerrar sus puertas. Si te aferras de Dios, él te ayudará a vencer tus problemas y dificultades. El @Dios que te cuida los hará desaparecer.
