Domingo 23 de Enero de 2022 | Matutina para Mujeres | Mujeres comunes y corrientes

Domingo 23 de Enero de 2022 | Matutina para Mujeres | Mujeres comunes y corrientes

Mujeres comunes y corrientes

«Tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros» (2 Cor. 4: 7, NVI) .

Hay cinco mujeres que Mateo menciona en la genealogía de Jesús: Tamar, Rahab, Rut, la mujer de Urías y María. En aquella época, las genealogías seguían la línea paterna y normalmente no incluían a ninguna mujer. ¿Por qué incluyó Mateo específicamente a estas cinco mujeres? Para mostrar al lector cómo Dios redime la historia. Aunque cada una de ellas tenía un pasado vergonzoso, eso no impidió que Dios las usara.

Tamar se disfrazó de prostituta para tener relaciones con su suegro, porque este se negaba a darle a su hijo menor como marido (ver Gén. 38). Rahab era una prostituta cananea que vivía en Jericó y albergó a los dos espías israelitas (ver los. 2). Rut la moabita, no era israelita de sangre (ver Rut 1: 4). Betsabé, la mujer de Urías, o bien fue abusada por la codicia del rey David, o bien lo sedujo bañándose a propósito donde él podía verla (ver 2 Sam. 11). Finalmente, María, la madre de Jesús, había sido humillada por haberse quedado embarazada antes de casarse con José. Mateo tiene Ia osadía no solo de incluir a mujeres en la genealogía del Mesías, sino a mujeres de dudosa reputación.

Dios no tiene miedo de nuestro pasado. Él no esconde los capítulos tristes, ni los fracasos. Dios los reescribe y redime para su gloria. En su artículo «Women in Jesus’ Genealogy» [Las mujeres en la genealogía de Jesús], Nell Sunukjian escribe: «Cinco Mujeres se incluyen, en su mayoría pobres. […] Mujeres sin importancia, desconocidas, mujeres pecadoras que cambiaron el curso de la historia con sus vidas simples y obedientes. […] Uno podría suponer que todas las mujeres en la genealogía de Jesús, el Mesías, deberían haber sido las mejores mujeres judías, pero no fue así. La mayoría ni siquiera eran judías. Y, con excepción de Rut y María, tenían un pasado sexual oscuro. Eran mujeres comunes y corrientes». ¡Dios escogió y usó a mujeres comunes y corrientes! Mujeres viudas, inmigrantes, pobres… Mujeres menospreciadas, con pasados vergonzosos. ¿Para qué? Para resaltar el extravagante poder de su gracia. Esta es la belleza del evangelio: que Dios toma exactamente lo que somos y nos transforma para la gloria de su nombre.

Señor, te agradezco porque tú eliges a mujeres comunes y corrientes como yo, y nos das un rol importante que cumplir. Te entrego mi vida, una vez más, para que escribas con ella una historia llena de gracia y de amor.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Dolores

    Que el señor nos ama no importa tu condición de persona que seamos si le entregamos nuestras vidas el obra en ella y nos redime porque el señor es misericordioso y bueno el es amor para sus hijos que se arrepienten y lo buscan . Te

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