
La familia: regalo de Dios
“Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios” (Éxodo 20:12).
¡Hola, familia! ¿Sabían que tenemos superhéroes en casa? Sí, estoy hablando de nuestros padres. Son como esos héroes de las películas que siempre están ahí para salvar el día. Y hoy, vamos a darle un megarreconocimiento a ellos porque, seamos honestos, ¡se lo merecen!
Éxodo 20:12 nos lanza un desafío: “Honra a tu padre y a tu madre, para que la vida te vaya genial” (paráfrasis del autor). ¿Y saben qué? Eso es más emocionante de lo que suena. Mila lo captó a la perfección. Mientras crecía, cada día con sus padres era una nueva aventura. Se dio cuenta de que cada “haz tu cama”, “recoge tus juguetes” o “ayuda a tu hermano” era en realidad un “te quiero” disfrazado. Ahora, cada momento con ellos es como un episodio épico que no se quiere perder.
Y, sí, a veces nos dan la charla (ya saben a qué me refiero), pero es porque nos quieren con ese amor entrañable que no tiene final. Como dice 1 Juan 3:1: “¡Fíjate el amorazo que nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios!” (otra paráfrasis del autor). Eso es de otro nivel.
Nuestros padres son los “jugadores más valiosos”, que nos guían a través de este juego llamado vida. Con cada consejo, nos están pasando la estrategia para marcar el gol ganador. Y es que ellos tienen esa experiencia y esa sabiduría que solo vienen con los años y, bueno, con algunas canas. “Porque el Señor da la sabiduría; conocimiento y entendimiento brotan de sus labios” (Proverbios 2:6). Sí, es como si, por su experiencia acumulada de comunicación con Dios, nos transmitieran la sabiduría celestial.
Entonces, ¿listos para darles las felicitaciones a mamá y papá, y aprender los trucos de vida que tienen? Vamos a celebrar cada momento con ellos porque, al final del día, la familia es ese regalo que sigue funcionando y no necesita baterías.
Oración: Querido Dios, gracias por el increíble regalo que son mis padres.