Matutina para Mujeres | Domingo 27 de julio de 2025 | ¿Me lo estás echando en cara?

Matutina para Mujeres | Domingo 27 de julio de 2025 | ¿Me lo estás echando en cara?

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Matutina para Mujeres

«Esto dice el Señor: ‘¿Qué mal encontraron en mí sus antepasados que los llevó a alejarse tanto de mi lado? Rindieron culto a ídolos inútiles y ellos mismos se volvieron inútiles. No preguntaron: «¿Dónde está el Señor que nos sacó a salvo de Egipto nos guio a través del árido desierto, por una tierra desolada y llena de hoyos, una tierra de sequía y muerte, donde no vive ni viaja nadie?» ‘ » (Jeremías 2:5-6).

Nos preparábamos para recibir el día sábado, y mamá estaba planchando la ropa. En esa ocasión usaría uno de mis vestido favoritos, pero repentinamente mamá hizo una expresión de asombro:

–¡Ay no! Quemé tu vestido –me dijo.

La miré, vi el hueco en el vestido y le dije:

–No pasa nada, sé que no fue tu culpa.

Pasaron los meses y ahora era yo quien planchaba la ropa. De pronto, sentí como la plancha quedó pegada sobre la prenda y, ¿adivina de quién era? Sí, era de mamá. Cuando le dije que su falda se había quemado, vi cómo su rostro cambió. Pero, antes de que pudiera hacer un reclamo, le dije:

–¿Te acuerdas cuando tú quemaste mi vestido y yo no te dije nada porque no había sido tu culpa? Sonrió y dijo:

–Tienes razón.

Puede ser que yo le estuviera echando en cara la buena actitud que tuve hacia ella en el pasado, pero después de todo, ¿no era ella la que ya lo había olvidado? El pueblo de Israel constantemente se olvidaba de lo que Dios había hecho por él en el pasado y, por lo tanto, el Señor incesantemente se encargaba de recordárselos. «¿Te acuerdas que te saqué de Egipto? Hice todo por ti y mira cómo me pagas», repetía el Señor por medio de sus profetas.

Con regularidad, nos encargamos de guardar en nuestra mente las cosas malas que las personas nos hacen, pero solemos olvidar las cosas buenas que realizan a favor de nosotros. Y, cuando alguien nos lo recuerda,

nos defendemos con la pregunta: «¿Me lo estás echando en cara?» No seamos como el pueblo de Israel que solo esperaba recibir bendiciones sin comprometerse a la reciprocidad con su Dios, que solo esperaba de ellos amor y fidelidad. Si alguien hizo algo bueno por ti sin esperar algo a cambio, no lo olvides. Sé siempre agradecida.

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