Matutina para Mujeres | Jueves 16 de Enero de 2025 | El puesto más alto es para servir

Matutina para Mujeres | Jueves 16 de Enero de 2025 | El puesto más alto es para servir

El puesto más alto es para servir

“Aquellos que se exaltan a sí misinos serán humillados, y los que se humillan a sí mismos serán exaltados” (Mateo 23:12).

Con mucha probabilidad podemos afirmar que Agar fue uno de los regalos que Faraón le dio a Sarai cuando la llevó a su casa en Egipto. Diez años fueron suficientes para que la lealtad y servicio abnegado de Agar hicieran que Sarai pusiera en ella su mayor anhelo de ver cumplida la promesa de tener un hijo. Según las leyes del país, el hijo concebido por su criada y nacido en su casa era un hijo legítimo de Abram y Sarai. El trato estaba hecho y el arreglo para el matrimonio estaba listo. Ahora, Agar no era solo una sierva más, sino el medio por el cual, según Sarai, nacería el hijo de la promesa.

No sabemos cuánto tiempo pasó hasta que Agar descubrió que estaba embarazada y, entonces, comenzó la tragedia. Aquella mujer sumisa, trabajadora y respetuosa con su señora, se enalteció desde su posición de futura madre del hijo del patriarca. Agar dejó de tener los pies en la tierra al recibir el honor que le fue otorgado, ya que al tener una responsabilidad mayor y verse en una posición privilegiada, comenzó a sublevarse y a mirar con desprecio a Sarai. Su papel era el mismo, servir, pero se había desviado del camino de la humildad. Olvidó que, a pesar de ser esposa, seguía siendo sierva.

En la actualidad seguimos encontrando mujeres y hombres que, al ser colocados en puestos de mayor responsabilidad y verse en tales condiciones, en lugar de servir y cumplir fielmente con su misión, buscan solo su propio beneficio a costa de humillar a los que, a su propio juicio, son menos que ellos.

Como hijas de Dios debemos mantener siempre los pies en la tierra y no mirar con desprecio a nadie, porque a los ojos de Dios todos tenemos el mismo valor, pues lo mismo pagó por unos que por otros. Los títulos y cargos que podamos lograr aquí en la Tierra, solo deben significar una cosa: Que estamos más preparados y en mejor posición para servir a nuestros hermanos. La verdadera grandeza de una persona radica en lo grande de su humildad. Tengamos siempre presente el ejemplo del Rey del universo, quien teniendo el más alto puesto, estuvo dispuesto a servir. “El que no vive para servir, no sirve para vivir”.

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