La segunda venida de Jesús
“Se levanta y mide la tierra; mira, y se estremecen las naciones. Los montes antiguos se desmoronan, los collados antiguos se derrumban; pero sus caminos son eternos” (Habacuc 3:2).
No todas son malas noticias en el libro de Habacuc. El profeta dice algo que parecería imposible de cumplir: un día en cada rincón de la tierra todas las personas reconocerán a Dios y lo alabarán: “Su gloria se extiende por todo el cielo, y el mundo entero se llena de su alabanza” (Hab. 3:3).
Parece difícil de creer que esto se cumplirá, pero así será. ¿Cuándo? Cuando Jesús venga por segunda vez. El profeta habla de Jesús, el Hijo de Dios, como un guerrero que junto a su ejército montan caballos y el sol y la luna se detienen para darles paso. Aunque Habacuc vivió antes de que Jesús venga por primera vez a la tierra y quizás no alcanzó a comprender todo el significado de lo que escribía, sus palabras se refieren a la segunda venida de Jesús.
El apóstol Pablo escribió en Hebreos 10:37, hablando de la segunda venida de Jesús: “Pronto, muy pronto, vendrá el que tiene que venir. No tardará”. Por su parte, el apóstol Juan describió a Jesús como un guerrero: “Vi el cielo abierto; y apareció un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, porque con rectitud gobernaba y hacía la guerra […]. Lo seguían los ejércitos del cielo, vestidos de lino fino, blanco y limpio, y montados en caballos blancos” (Apoc. 19:11, 14).
¿Te imaginas cómo se habrá sentido Juan al ver esa visión de Jesús? ¡Habrá sido algo espectacular! Ese es el Jesús en el que creemos. ¡Y la buena noticia es que la salvación está al alcance de todos! Acepta a Jesús hoy, reconócelo como tu Señor, tu Salvador y tu Rey.
Y no olvides contarles a otros la buena noticia de su segunda venida.
