Matutina para Adolescentes | Lunes 10 de Febrero de 2025 | El regalo del descanso

Matutina para Adolescentes | Lunes 10 de Febrero de 2025 | El regalo del descanso

El regalo del descanso

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso” (Mateo 11:28).

Tony era un joven adulto lleno de energía y ambición, que estaba convencido de que la clave del éxito residía en la productividad constante. Día y noche se sumergía en su trabajo y en los videojuegos, buscando siempre superar sus propios límites. Esta búsqueda incansable de logros lo mantenía despierto hasta altas horas de la noche, con la luz azul de la pantalla brillando en sus ojos cansados. El descanso era una idea lejana, un lujo que Tony creía no poder permitirse. Las horas de sueño perdidas se acumulaban como una deuda que su cuerpo no podía dejar de recordarle. Su salud y sus relaciones personales comenzaron a sufrir, y la fatiga se convirtió en su constante compañera.

En este estado de agotamiento, Tony acudió a mi oficina, con paso lento. Parecía una sombra de la vitalidad que una vez tuvo. Se sentó, y supe que el consejo que necesitaba no era un secreto ni una fórmula compleja, sino la sabiduría antigua que ha resistido la prueba del tiempo. Le hablé del increíble regalo del descanso y del sueño, y mencioné los principios bíblicos que resaltan su importancia. Le recordé que Dios mismo descansó en el séptimo día después de la Creación, estableciendo así un modelo para nuestro beneficio. Le cité Mate 11:28, enfatizando cómo el descanso es esencial para la renovación de nuestro cuerpo, mente y alma.

Tony escuchó atentamente; consideró las Escrituras y se dio cuenta de que había ignorado una parte fundamental de su bienestar. Reconoció el sábado como un día para desacelerar, para la reflexión y la adoración, para recargar energías y acercarse a Dios. Comprendió que el descanso no es una señal de debilidad, sino un acto de fe y confianza en Aquel que promete descanso para nuestras almas.

Con el tiempo, Tony adoptó un nuevo ritmo de vida. Disminuyó las horas frente a las pantallas y comenzó a valorar el sueño como un recurso esencial, en lugar de verlo como un obstáculo. Encontró consuelo y restauración en la presencia de Dios, y su vida cambió por completo.

El cambio no ocurrió de la noche a la mañana, pero cada paso que Tony tomó hacia un mejor equilibrio en su vida fue un paso hacia la paz y la plenitud que tanto anhelaba. Al abrazar el descanso, Tony encontró no solo alivio del estrés y la fatiga, sino también un reposo para su alma que antes no conocía.

Oración: Padre celestial, gracias por el regalo del descanso y la sabiduría que encontramos en tu Palabra.

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